El Buen Dr o The Good Dr (como se titula la serie en inglés) interpretado por Freddie Highmore, es un cirujano autista con Síndrome de Savant, quién no sólo es muy joven para ser un cirujano, sino que está “limitado” en el área social. Esto me lleva de vuelta a 1989, cuándo Doogie Howser era el Dr más joven conocido, y en los 80’s era muy raro hablar de diagnósticos, pero estoy segura de que él era un poco autista. Quise mencionar este último show porque El Buen Dr no ha sido el único show en hablar de una mente brillante en el sector médico, sin mencionar a los otros doctores Neurotípicos (normales) que también son brillantes a su manera. PERO El buen Dr sí lleva el tema de Autismo más a fondo que otro show médico, y es brillante cómo el actor nos hace ver a nosotros, los autistas, como Seres Humanos Funcionales en lugar de hacernos ver como Forrest Gump o Rainman, de los cuales estoy segura que ejemplifica a algunos dentro del espectro a cierto grado.
Encontré que el personaje es bastante preciso para representar nuestros momentos de STIMMING (estímulos repetitivos de auto-calma) o cuando nos sentimos abrumados por pequeños detalles que para los Neurotípicos serían simples de solucionar pero para nosotros pueden ser hasta imposibles de ser pensados. El show también habla de ciertos temas que son hablados entre nosotros como encarar ciertos comentarios de gente fuera del espectro autista diciéndonos que si somos autistas y conocemos a otro autista seríamos amigos inmediatamente lo cual no es el caso, y el acercamiento que tuvo el escritor de la serie para explicar en un ejemplo muy fácil de entender, esto, que es ridículo de pensar. Este tipo de PEQUEÑOS detalles nos representan MUCHO. Creo que así como dijo el actor cuando lo entrevistaron acerca del show, sería imposible representarnos a cada uno de nosotros, pero trató de crear a este personaje que tiene muchas características que compartimos entre nosotros. Estoy segura de que todos nos sentimos relacionados por lo menos con un episodio o a algún comportamiento, como yo personalmente sentí, en la manera en que Shawn Murphy (así se llama el personaje) lidia con los problemas, es la misma manera en la que yo manejo los problemas. Ya sea evadiendo o hiperfocalizando (característica autista), o a veces con un tajante SI o NO, sin un POR QUÉ.
Me siento muy identificada cuándo él intenta ser más sociable y está aprendiendo estrategias de los «Normales» que no pueden ser aplicadas a la suya. Es una broma de todos los días entre nosotros, cuándo los Normales nos dicen que hagamos algo así o lo digamos así, y que para nosotros es completamente erróneo debido a los resultados de sus propias relaciones. Le he preguntado mil veces a mi mamá, porqué le pregunta a otros “cómo se ve” a otros, cuando la única persona que viste esa ropa es ella, por lo tanto, nadie puede sentir lo que ella siente con esa ropa mas que ella, yo nunca le pregunto a nadie “cómo me veo” porque a la única persona que le importa cómo me veo soy yo misma, y si no me siento bien con esa ropa, me cambio. ¿Ves qué fácil es nuestra lógica?
Este show me ha hecho reírme mucho con la precisión en cada personaje, no sólo habla de Autismo o algo relacionado, sino que envuelve a cada personaje con el otro. Demuestra las peleas usuales de Ego entre doctores, colegas y pacientes. Los otros personajes que también son cirujanos tienen sus propios problemas en sus propias vidas como el resto del mundo lo haría. Lo que encuentro bastante bueno del show es que cada personaje es tocado de alguna manera por el comportamiento de Murphy, e intentan pertenecer a algo o alguien, mientras que Murphy es imparcial y no intenta ser el mejor de todos. Eso agrega humor picoso a cada episodio, así como conocimiento para cómo acercarse a nosotros ya que también somos humanos. Habla también acerca del contacto físico o lo que el amor o ser amado es para nosotros, en la manera exacta en la que lo sentimos y no cómo nos describe el DSM5, lo cual es una gran contradicción para nosotros porque SÍ nos gusta abrazar y ser abrazados, pero es cuando NOSOTROS lo queramos, no cuando otros quieren demostrar su cariño hacia nosotros.
El autismo es egocéntrico y contradictorio. Podremos nunca saber lo que queremos emocionalmente, pero en otras áreas sabemos absolutamente cómo lo queremos y cómo no, o cuándo y dónde. Terminar con los estigmas como éste nos ayudan más a acoplarnos a la sociedad y la sociedad a nosotros, más que tener personajes que hablen de nuestras características “negativas”, o cómo nuestros comportamientos y nuestras emociones no concuerdan a la de una persona «NORMAL». Aun cuando muchos de nosotros, autistas, nos basamos en cuánto sentimos ciertos estímulos, no significa que somos emocionales como los Neurotípicos, pero eso no nos hace insensibles a ciertas cosas o completamente faltos de sentimiento. Somos más racionales debido a que así es nuestro sistema, racionalizamos las emociones, pero eso no hace que no sintamos miedo inmediato o ganas de llorar en medio de la clase o intentar correr hacia los autos en una avenida con tráfico.
Tenemos IMPULSOS, pero no son impulsos que puedan ser controlados como los Neurotípicos, los nuestros son reflejos como el vómito, algo que tu cerebro dice que tiene que hacer sin pensar más a fondo; esto también lo muestran en la serie, cómo Murphy tiene impulsos, y cómo los evita, o los controla o simplemente le dan en medio de la nada. La falta de filtro y la manera en la que la empatía es sentida en nosotros versus a cómo es sentida por los pacientes de cualquier edad y los doctores, como aun estando en el Sector Médico no es una razón fuerte para que ellos puedan entender los comportamientos de Murphy y se rehúsen a engancharse en algún punto.
A grosso modo, la serie es un buen coctel de realidad, además de las obvias gotas de drama que hacen que el show sea atractivo, y que no necesariamente son verdaderas. Recomendaría la serie por diversas razones, no sólo porque hay un personaje Autista, pero porque hay mucha variedad en los personajes muy cercanos a la realidad.
Etiquetarnos a nosotros, autistas, no nos llevará a ningún lado en la sociedad, es cómo si etiquetáramos a la gente por sus diagnósticos y no porque son amables, o graciosos, o como Shawn Murphy; la controversial pregunta que oscila a lo largo de la serie que es: ¿podrá ser él un BUEN DR aún con autismo y Síndrome de Savant? La respuesta creo que sería: ¿nos darías una oportunidad? Lo que nosotros como autistas queremos es lo mismo que quieren los Neurotípicos: Ser aceptados como somos, sin importar nuestra religión, color, raza, CI, y demás, sino porque somos seres humanos.