Cada 21 de marzo conmemoramos el Día Mundial del Síndrome de Down, una fecha que nos sirve para reconocer la dignidad, los derechos y la contribución social de las personas con Trisomía 21. También es una oportunidad valiosa para derribar mitos, fomentar la inclusión y generar conciencia sobre los desafíos que pueden llegar a enfrentar..
El síndrome de Down es una condición genética que ocurre cuando hay una copia extra del cromosoma 21. Aunque cada persona con síndrome de Down es diferente, pueden congeniar en retos de aprendizaje y comunicación.
Aunque el síndrome de Down y el autismo son condiciones distintas, en alguno casos pueden coexistir., Se estima que entre el 6% y el 12% de las personas con síndrome de Down también están dentro del espectro autista. Investigaciones recientes sugieren que esta cifra podría aumentar en los próximos años debido a que hay más información y diagnósticos más oportunos, lo que refuerza la necesidad de un enfoque personalizado que reconozca y atienda las particularidades de cada condición.
Las personas autistas suelen presentar distintas formas en la interacción social y la comunicación. Cuando ambas condiciones están presentes, pueden observarse ciertas características particulares:
- Conductas motoras repetitivas, como aleteo de manos o llevarse los dedos a la boca.
- Obsesiones y rituales.
- Manifestaciones clínicas de salud mental, lo que puede dificultar su diagnóstico.
Algunas características en niños y niñas con síndrome de Down que podrían indicar la presencia de TEA incluyen:
- Ausencia de sonrisa social.
- Dificultad en la interacción social
- No señalar objetos de interés.
- No imitar gestos o acciones.
- Ausencia de balbuceo y vocalización.
- Dificultad en las expresiones faciales.
- Realización de rituales verbales o acciones repetitivas.
- Manierismos con manos o dedos.
- Estereotipias y patrones repetitivos de conducta.
Es fundamental recordar que identificar alguna o varias de estas características no es determinante, para diagnosticar el autismo es necesario realizar una evaluación cuidadosa y contextualizada con expertos.
El diagnóstico temprano del autismo en personas con síndrome de Down permite implementar estrategias de intervención adaptadas a sus necesidades específicas. La atención personalizada, el uso de herramientas adecuadas y la formación de profesionales en la detección del espectro autista en esta población son fundamentales para garantizar su bienestar y desarrollo integral.
Fuentes: Revista Médica Internacional sobre el Síndrome de Down.