Recientemente Cadence, una niña de 7 años con autismo, se escondió debajo del escritorio de su maestro porque estaba estresada. Ella se sentía mal consigo misma debido a algunas cosas que escuchó de los adultos a su alrededor sobre el autismo.
Mientras ella estaba debajo de la mesa, Cadence se comunicó con su mamá, Angela, a través de una serie de notas. La madre decidió compartir las palabras de Cadence para dar a la gente una idea de lo que una niña como ella se entera de sí misma con regularidad.
Esto es lo que escribió:
El autismo me hace mala?
¿Que les hace pensar que el autismo vuelve a las personas malas?
Para los adultos siempre es difícil decir que son padres si su hijo o hija es autista, y la televisión dice que si eres autista dañas a las personas.
Los niños con autismo tienen que ser separados para mantener a los demás seguros.
¿Creen que yo pienso que esas cosas son verdaderas o que yo las diría?
¡NO!
¿Ustedes que creen?
A mi no me gusta hacerle daño a las personas, ni ser asustada. Nací autista pero no nací mala.
¿Estoy llorando?
Sí, de felicidad, porque ahora saben la verdad, y también de tristeza porque hay mucha gente que no conoce la realidad.
Angela escribió esto para acompañar las preguntas de su hija:
¿Qué mensajes están oyendo los niños de nosotros mismos, de otros padres, en la escuela, desde los medios de comunicación y en la comunidad en general? ¿Y cuáles son los aprendizajes hablados que están interiorizando de estos mensajes?
Las diferencias sensoriales de Cadence significan que oye, ve y observa cada detalle a su alrededor -cada conversación, cada visión, cada olor; como muchos niños autistas hacen.
Esta “conversación” entre Cadence y yo se inició bajo el escritorio de su maestro -un “lugar seguro”, donde ella se había puesto a sí misma en su confusión de que ella era de alguna manera “mala”, una creencia derivada de escuchar a otros padres y oír las noticias.
Cadence se ha vuelto un poco famosa por sus escritos. Un breve ensayo que escribió recientemente fue viral. Aunque ella tiene dificultad para comunicarse verbalmente, ella es bastante buena en expresarse en el papel.
El autismo es por lo que soy diferente. La razón por la que no hablo. El motivo por el que la gente me asusta. Por lo que me gusta conocer cosas antes de que sucedan. La causa por la que me gustan los lápices afilados, por la que me gustan los cariños de mamá. La razón por la que me pongo triste en las fiestas.
El autismo es por lo que me gusta esconderme en armarios. Por lo que me gusta saltar y dar volteretas. Por lo que mi mamá habla diferente a mí. El motivo por el que necesito más tiempo para hacer las cosas.
Puede ser que por eso soy inteligente, pero mi cerebro podría haber nacido inteligente como nació autista. Mi cabello nació rubio. Soy Cadence. Soy solo yo.
Las personas con autismo pueden tener grandes diferencias en sus habilidades y desafíos, pero con toda la negatividad unida a esta condición y las mentiras, no es sorprendente que los niños sean conscientes de cómo son vistos en los medios de comunicación masivos.
El mensaje de Cadence y de Angela está ayudando a otros niños con autismo y tratando de que puedan llevar una vida normal en la escuela.
Hola Candece, tus escritos me pusieron sensible y al borde del llanto, porque hace una semana recién pude entender a mi hijo y eso me hizo sentir triste porque me sentí realmente culpable y mala por no haberlo comprendido, porque cuando uno no conoce no puede entender. Mi hijo tiene autismo , el mundo me aterraba o el futuro de éste, quiero decir que en un mundo y una sociedad lo diferente te hace extraño lo extraño te hace raro lo raro a veces piensan que tonto o retrasado y mi niño no encaja en una sociedad hipócrita y mentirosa y no pretendo que lo encajen lo amo así tal cual es, pero me duele muchas cosas; aún así he decidido llorar lo que tenga que llorar no por el TEA que tiene mi hijo sino por la falta de capacidad que tienen muchas personas para comprender y aceptar a las personas que son «diferentes»