La más reciente entrega cinematográfica de Marcos Carnevale, «Goyo», disponible en el catálogo de Netflix, es una película que logra conmover, entretener y educar a la vez. La historia narra la vida de Goyo, interpretado por Nicolás Furtado, un joven autista que trabaja como guía en el Museo de Bellas Artes en Buenos Aires, Argentina, y también es artista. El  lienzo de Goyo toma un nuevo matiz cuando conoce a Eva, interpretada por Nancy Dupláa, una nueva guardia de seguridad que está lidiando con las cicatrices de una crisis matrimonial y que, sin saberlo, se convierte en una musa para Goyo.

La reseña se centrará en cómo la película presenta el autismo, desafiando algunos de los estereotipos comunes sobre las personas autistas adultas. La cinta nos muestra  a Goyo como un joven con conexiones emocionales profundas, necesidades sexuales y metas personales, rompiendo así con la idea errónea de que las personas autistas son incapaces de tener relaciones significativas y emotivas. La relación entre Goyo y Eva se desarrolla afectuosamente cuando ambos ponen de su parte para comunicarse, entendiendo las diferencias de ambos; La frase «Ser diferentes es algo que tenemos en común» resuena profundamente.

El filme acierta al permitirnos sentir como vive y se relaciona Goyo con el exterior, su sensibilidad sensorial, auditiva, visual. así como adentrarnos en su vida emocional y observar cómo se adapta para un mundo que no está adaptado para las personas autistas. Carnevale hace un trabajo excelente al presentar a Goyo no como un estereotipo, sino como una persona completa, con virtudes y defectos, deseos sexuales, metas y crisis, igual que cualquier otra persona, hace énfasis en ver a Goyo como un adulto y no como un niño eterno, un tema que se refleja perfectamente en la sobreprotección que su hermana aplica en el y con la cual Goyo lucha constantemente, recordando que la sobreprotección no es sinónimo de amor.

Uno de los aspectos más destacables de la película es cómo Goyo nos muestra su mundo interior (pensamientos, sentimientos y emociones) a través de sus pinturas, un tema que se explora más a fondo en el artículo El Arte: Voz del Autismo. El arte es una constante que se ve reflejada en el diseño visual de la película, inspirado en el estilo de Vincent van Gogh, el cual crea una imagen bellísima.. 

Finalmente Goyo nos ayuda a recordar que las relaciones sociales está conformada por la diversidad, no sólo biológicas sino sociales, culturales y personales. Esto es un punto de encuentro y no un obstáculo, muchas veces solo requerimos de empatía y entendimiento para vivir en un mundo más inclusivo.