Las vacaciones de diciembre se acercan, y es hora de poner en marcha la planificación de viajes, sin embargo, esto puede traer una sensación de temor para las familias que tienen niños con Trastorno del Espectro Autista, pues es bien sabido que para los niños con autismo es más fácil controlarse a través de una rutina, y las vacaciones representan un escape a la rutina.
Hay quienes definen a un viaje en avión como una experiencia simple y sin estrés, pero para los padres de niños con autismo, los viajes significan pasar por una serie de experiencias: El módulo de seguridad del aeropuerto, las escaleras eléctricas, los túneles para abordar, las multitudes y los ruidos poco familiares, y por supuesto, los incómodos y estrechos asientos de los aviones.
Los expertos nos dicen que la preparación y la práctica son la clave para un vuelo exitoso, es por eso que aquí les compartimos algunos consejos para que sus hijos se sientan lo más cómodos que les sea posible.
Comienza poco a poco, intenta que los vuelos sean de poca duración, de ser posible de no más de una hora.
Prepara a tu hijo en las semanas previas al viaje, cuéntale lo que sucederá durante el viaje y repasa el proceso a detalle. Cuéntale cómo va a llegar al aeropuerto, que debe esperar en las filas y pasar por los puntos de seguridad, atravesar el túnel y abordar el avión, además de pasar un tiempo a bordo. Puede resultar útil leer libros para niños que describan la experiencia del viaje aéreo.
Levanta la mano, avisa con antelación a la aerolínea que vas a viajar con un niño con autismo, de ser posible, solicita lugares al frente para evitar patadas en los respaldos de otros pasajeros.
Comidas y botana. Si estarás en un vuelo largo, pregunta a la aerolínea si servirán comida. Considera la posibilidad de solicitar comida especial, o intenta comprar artículos en el aeropuerto después de pasar por los puntos de seguridad.
Pide embarque prioritario, acércate a la ventanilla y pide ser de los primeros pasajeros en abordar, así tendrás la oportunidad de instalar a tu hijo evitando el incómodo flujo de pasajeros.
Equipaje de mano. Lleva contigo la documentación del diagnóstico de tu hijo en caso de que el aeropuerto o la aerolínea lo necesiten, empaca cualquier artículo que podría ser de alivio durante una mala racha. Si tu hijo es sensible a los sonidos fuertes, lleva unos audífonos contigo, y considera también un cambio de ropa en caso de derrames. Empaca también juguetes, libros, videojuegos o reproductores de música.
Deseamos que tengan unas excelentes vacaciones y que estos consejos les sean de ayuda.