La exposición más incluyente de la CDMX, la primera en su tipo en México.
La exposición temporal “Los colores de Lorenzo”, ubicada en el Museo de las Culturas del Mundo, es pionera en su tipo en México. Es la primera exposición artística de Lorenzo, un joven autista, que junto a un increíble y talentoso equipo ha logrado una muestra profundamente significativa. La exposición está diseñada para ser accesible a personas autistas, ciegas, sordas o con alguna discapacidad motriz, lo cual demuestra cómo los espacios culturales pueden ser aptos para todas las personas.
El autismo de Lorenzo no ha limitado su potencial. Su mamá, Karla Galván Duque, compartió en entrevista con Iluminemos por el Autismo los desafíos y logros desde que Lorenzo era niño, incluyendo su arduo proceso de aprendizaje y el camino hacia una mayor independencia. «Lorenzo ha tenido que aprender absolutamente todo», comentó Karla. «La pintura no era nuestro fin inicial, sino enseñarle que él podía tomar sus propias decisiones»
El arte como camino hacia la independencia
La independencia de Lorenzo se ha trabajado gracias al arte. Al proporcionarle las herramientas para decidir qué colores, crayolas y pinturas utilizar, Lorenzo aprendió a expresar su creatividad y tomar decisiones por sí mismo. Este proceso constante de práctica y el apoyo incondicional de su familia fueron clave para consolidar su trabajo artístico.
La exposición es muestra del esfuerzo en conjunto entre Lorenzo, su familia y especialistas como los de la Fundación OTEA. Se realizaron adaptaciones para asegurar la accesibilidad, como la instalación de una rampa para sillas de ruedas y la incorporación de líneas podotáctiles y espacios aptos para el uso de bastón para personas con ceguera. Además, se crearon maquetas en tercera dimensión para que los visitantes puedan sentir las pinturas, y se incluyó lenguaje braille, explicaciones en lectura fácil y códigos QR para acceder a contenido en lenguaje de señas mexicanas.
Karla nos invita a dejarnos llevar por nuestros sentidos y emociones para vivir la exposición. «Recordemos que el arte de Lorenzo es su forma de comunicarse de manera libre y sin ataduras», nos dice. Las personas que han visitado la exposición han comentado que es sorprendente y emotiva, permitiéndoles empatizar con la experiencia de vivir con autismo.
Una Puerta Abierta a la Inclusión
Lorenzo ha crecido significativamente en el último año, completando su educación preparatoria y enfrentando nuevos desafíos como adulto. «Todo lo que hacíamos era para el futuro, y de repente ese futuro llegó», reflexiona Karla. El arte ha jugado un papel fundamental en este proceso, permitiendo a Lorenzo no solo expresarse, sino también iniciar su propio negocio de moda con causa, donde su lienzo son bolsos y mochilas.
La exposición «Los colores de Lorenzo; una mirada desde el autismo» invita a conectarse de manera sensorial con las obras de Lorenzo. «Cada trazo de Lorenzo es una expresión emocional y sensorial», explica Karla, La exposición abre el diálogo sobre la comprensión del autismo a través del arte.
Un Camino de Desafíos y Logros
Los desafíos han sido muchos, desde la aceptación social del autismo hasta la creación de un espacio verdaderamente inclusivo. «Nos dimos cuenta de que si queríamos inclusión, teníamos que pensar en todas las discapacidades», comenta Karla. La exposición no solo visibiliza el autismo, sino que también incluye a personas con otras discapacidades, demostrando que la inclusión es posible y necesaria y que más espacios pueden brindarla.
Un mensaje de esperanza
Karla envía un mensaje de esperanza a la comunidad autista y sus familias: «Nuestros niños tienen talentos, aunque a veces están muy escondidos. Hay que creer en ellos y darles oportunidades para descubrir y desarrollar esos talentos». Lorenzo es un ejemplo de lo que se puede lograr con apoyo, paciencia y amor.
La exposición estará abierta al público hasta el 30 de junio, y ya se están haciendo planes para llevarla a otras ciudades como Guadalajara y Mérida. «Nuestra idea es que no solo Lorenzo, sino que muchos otros puedan encontrar y mostrar sus talentos», concluye Karla.
Lorenzo y su familia comparten su vida y experiencias a través de las redes sociales en “Los colores de Lorenzo” y «Los ojos del cielo», y la Fundación OTEA sigue trabajando para apoyar a la comunidad autista.
La historia de Lorenzo y su exposición es un testimonio de la capacidad humana para superar obstáculos y crear belleza en el proceso. Su arte es una ventana a su mundo y una invitación a todas las personas para ver más allá de las diferencias y una muestra a las instituciones de como la inclusión es posible.
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