The AutistiX lo forman un total de 6 artistas, tres de ellos con autismo:
Luke Steels (17 años) en bajo y guitarra eléctrica, Jack Beavan-Duggan (18 años) en guitarra eléctrica, y Saul Zur-Szpiro (20 años) en la batería. Se juntan a ensayar al menos una vez por semana y ya han tocado en conciertos como el del Día de los Beatles en Hastings, en el sur de Inglaterra.
“Empezaron produciendo su propia música y creando canciones que son muy bonitas y bastante autobiográficas”, dice Susan Zur-Szpiro, madre de Saúl y manager de la banda.
“Pero no se trata de buscar compasión, sucede que ellos tienen autismo y eso los hace increíbles y poco convencionales”.
Jack es autor de una serie de canciones como: “Lo bueno y lo malo en todos nosotros” o “Difícil de llegar”. Para él la música tiene que ver con “escribir canciones y mostrar quién soy”.
Normalmente no nos imaginaríamos a personas con autismo trabajando de manera conjunta, pero un grupo como The AutistiX “supera casi todas las expectativas de la gente y es un gran ejemplo de inclusión.
El grupo actuó en España en mayo de este año, en el País Vasco, acompañando a Motxila 21, un grupo formado por personas con síndrome de down. Para The AutistiX, llegar a este punto implicó un largo recorrido.
“Mi hijo no podía hacer nada, era ciego, no se podía mover por eso nos tomamos las cosas paso a paso. Pero él ha llegado mucho más lejos de lo que nadie se hubiese imaginado”, dice, Susan, madre de Saúl.
“No se puede vestir, comer solo, ni ocuparse de sus necesidades básicas, pero es el baterista y está aprendiendo gracias a sus extraordinarias habilidades auditivas. Escucha algo y lo aprende. Antes de comenzar la gira, hubo que considerar una serie de cosas como por ejemplo: el hecho de que cada día había que trasladarse a un lugar nuevo. También el cambio de lugar a lugar es un problema porque a ellos les gusta lo que es familiar, pueden desestabilizarse con cualquier cambio”, explica Susan.
“Estoy muy consciente de sus sensibilidades y por eso hacemos lo cambios más grandes durante el día para que puedan acomodarse y ver cada ciudad. Cada uno está acompañado de un familiar o alguien que lo cuide para tener una sensación de continuidad. Estamos ingresando en un terreno desconocido y va a ser difícil pero también fascinante. Ellos no tienen grupos de conocidos y esta banda ha sido increíble en el sentido de que les ha creado una red de relaciones sociales y además, no hay problemas de drogas o alcohol. Sencillamente eso no sucede. Un dato curioso es que los integrantes de The AutistiX tienen un don natural para subirse al escenario que muchos artistas envidiarían: no sienten ningún temor de actuar frente al público. A veces actúan delante de cientos de personas y no tienen el concepto de que están siendo juzgados. A Saúl le encanta estar en el escenario. Hay música en cada célula de su cuerpo”, dice su padre.
Al volver su gira lanzarán su primer EP (un formato musical que es más largo que un sencillo pero más corto que un álbum), titulado: “Mariposas y demonios”, grabado en el estudio EMI Roundhouse en Londres.