Soy Jaime Sutton, estudiante de 21 años, emprendedor y alguien que siempre está buscando maneras de superar mis propios límites. Este año, decidí enfrentar un reto que significa mucho para mí: nadar con un propósito que trasciende lo personal.

Después de haber pasado por dos operaciones de hombro, nunca imaginé que podría emprender algo así. Pero cuando me hablaron de esta idea, no solo como un desafío físico, sino como una oportunidad de contribuir a algo mayor, supe que era algo en lo que quería estar.

Este reto no es solo llegar a la meta, sino hacerlo con intención, dejando claro que todos tenemos el poder de transformar nuestras acciones en algo significativo para los demás. Para mí, cada brazada representa un compromiso con la empatía y el impacto positivo que podemos generar si trabajamos juntos por un objetivo común.

Estoy emocionado de ser parte de este proyecto y de demostrar que, con determinación y un propósito claro, podemos convertir nuestras historias personales en inspiración para otros. ¡Vamos por algo grande, juntos!